Hay una estrategia Pro-Paz que no tiene sentido. Pero tiende a funcionar.
Cuando buscamos soluciones a una experiencia interna (dolor, miedo, etc) el cerebro busca sobre esa temática.
El otro día fui al fisioterapeuta y me recordó un aprendizaje que necesitaba retomar.
Me dolía una parte de la espalda.
Le dije que llevaba 3 años intentando descrifrar el origen, con varios osteópatas y fisios.
Sé que el dolor surge por un movimiento – o varios – que estoy haciendo mal en el gimnasio.
Estoy convencido de ello, porque me duele más después de entrenar, cuando se ha enfríado el cuerpo.
Tengo razón porque, al ir mejorando mi técnica en el gimnasio, ha bajado el dolor.
Pero no del todo.
Y el consejo del fisio es uno que ningún otro fisio me había dado.
«He percibido que te observas mucho a ti mismo, que está bien, aunque te recomiendo que pruebes algo diferente. Prueba a ignorar el dolor. Está bien que aprendas a notarlo, aceptarlo, no añadirle pensamientos, etc. Pero ahora prueba a simplemente no pensar en ello, no buscar quitártelo, no intentar estirar esa parte del cuerpo, nada de eso. Porque el cerebro es muy listo. Y cuando te fijas tanto en el dolor, el cerebro amplificará esa experiencia, porque le estás dando ese comando»
Es un consejo que «ya sabía».
Pero implementarlo de nuevo, ha generado cambios.
Mejorar mi técnica y no concentrarme tanto en la sensación de dolor (poniendo mi foco en otras cosas) ha ido reduciendo la experiencia.
Es importante que busquemos cómo mejorar.
Aunque a veces alivia más dejar de buscar, aunque sea un rato, para que el cerebro pueda ir en otras direcciones menos dolorosas.
¿Y si dejas de buscar unos días?
A ver qué pasa…
Íñigo