Sé que tienes un problema que llevas tiempo queriendo solucionar.
Has estudiado a fondo sus causas, cómo te limita la vida, y las posibles soluciones que hay.
Conoces el problema mejor que muchos “expertos”.
Lo conoces tan bien…
… que no quieres salir de el.
Has leído bien.
NO quieres salir del problema.
Antes de odiarme, escúchame, por favor.
Este “patrón de laberinto” nos ha pasado a muchos.
Hemos estado tan metidos en el sufrimiento, que terminamos construyendo una burbuja de pensamientos y sensaciones que nos parecen incómodas…
… pero conocidas.
Y de tanto intentar conocerlas mejor, lo conocido se vuelve adictivo.
Sí, tu sufrimiento molesta.
Duele.
Pica.
Pero al menos es predecible, familiar, certero.
Lo conoces bien, o sea, lo controlas bien.
Por otro lado, lo desconocido es imposible de controlar.
Pero en lo desconocido es donde se encuetra esa seguridad y paz que tanto ansiamos.
Una vez más, las rutas del éxito son contra-intuitivas.
Tanta búsqueda para entender el problema, lo está AUMENTANDO.
Esta es una verdad común que solo abrazan los valientes. Los que tienen un deseo honesto de cambio, evolución y descubrimiento. Los que se han hartado de sufrir, y están dispuestos a hacer lo que sea.
La solución real, tiene a ser esta:
1. Reconocer que tanta certeza se había vuelto adictiva (por mucho que doliera)
2. Perdonarte por haberte despistado en el camino. Eres humano. Te entiendo. Yo también lo he pasado.
3. Cuestionar – desde la humildad – lo que no te está funcionando para confiar. Y comenzar a probar nuevas rutas, como por ejemplo…
4. Abrazar el hecho de que la incertidumbre “pica” lo mismo que el sufrimiento, pero una te vuelve débil y miedoso, y la otra te hace fuerte y seguro.
Estoy pensando en pasar el artículo de Absolutista vs. Navegante a formato audio, para que lo podamos escuchar a menudo, y así podamos integrar con más facilidad las creencias del poder… dejando más y más atrás esas creencias limitantes que tanto sufrimiento fomentan.
¿Qué opinas?
Íñigo