Día 19 de la Operación Chi Sao
Seamos sinceros:
Los hábitos poderosos son pesados, sobre todo al principio.
Pero el que desea éxito de verdad, hace todo lo posible por venderse la idea de hacerlos. Porque sabe que los hábitos son la clave fundacional que sostiene cualquier logro importante.
¿Se puede transformar esa “pesadez” en “ligereza”?
Si ahora sientes “pereza” ante la idea de hacer el hábito… entonces, ¿cómo te motivas a hacerlo?
Vendiéndote el hábito.
¿Cómo exactamente haces eso?
Visualizando las consecuencias positivas a largo plazo.
Ahora que he empezado un hábito físico nuevo (entrenamiento de movilidad corporal) me está costando seguirlo. La mayoría de días me vienen excusas para saltármelo. Pero aún así, el 90% de días tomo acción.
Lo que me está ayudando a mantener el hábito es ver en mi mente una imagen futura de mi, con una postura confiada y una sonrisa de satisfacción porque siento mi cuerpo fuerte, vital y relajado.
La imagen está a todo color, brillante, gigante.
Antes de hacer el hábito, la imagino en mi mente, y automáticamente me siento atraído hacia ella. Visualizar la conscuencia positiva futura me impulsa a realizar los ejercicios.
Otro ejemplo importante:
¿Por qué la Operación Chi Sao? ¿Por qué el hábito de enviarte estos correos, investigar sobre las redes y hacer el esfuerzo de construir un sistema que me permita estar en ellas sin “estar” en ellas?
Por una imagen futura atractiva:
Tu cara sonriendo, dándome las gracias por mi contenido, por haberte ayudado – aunque sea un poco – a cumplir un sueño importante para ti.
Cuando un cliente empieza uno de mis sistemas, le invito a imaginarse a sí mismo habiendo multiplicado su confianza personal, gracias a haber seguido el hábito de escuchar mis audios. Eso les ayuda a impulsarse para realizar los hábitos responsables de manifestar los premios de la transformación.
Antes de hacer ese hábito que necesitas hacer, pero que todavía te da un poco de pereza (porque aún no está integrado), prueba lo siguiente para impulsarte:
1. Pregunta Poderosa: ¿cómo me veo experimentando las consecuencias positivas a largo plazo de hacer este hábito? (imagen de ti obteniendo los beneficios del hábito)
2. Contempla y Conecta: cierra los ojos y visualiza esa imagen de ti experimentando los beneficios positivos… observa tu postura y cómo se ve tu rostro positivo… luego ponle color y brillo a la imagen… hazla más grande… y ve notando cómo te sientes atraído hacia esa imagen… e inmediatamente canaliza ese deseo hacia la acción ahora mismo.
Cuando hayas hecho este proceso varias veces, tu cerebro empezará a hacerlo solo.
Véndete el hábito.
Te alegrarás de haberlo hecho.
Íñigo
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