Verdad:
Quién te rodea a diario, te puede influir de dos formas:
1. Contaminando, viciando, maleando tus creencias, hábitos y resultados.
2. Purificando, saneando, evolucionando tus creencias, hábitos y resultados.
Si vas con gente que sólo come basura, acabarás comiendo más basura.
Lo mismo con todo lo demás.
Si se quejan mucho = te quejarás más.
Si son muy egoístas = serás más egoísta.
Si son muy seguras = serás más seguro de ti mismo.
Si son muy amorosas = serás más amoroso.
Somos primates contagiosos.
Nuestra mente es como un espejo que tiende a «copiar» lo que observa, de forma inconsciente.
También es verdad que puedes esforzarte por luchar con la fuerza del espejo, resistiéndote a ella (mucha suerte con esa estrategia).
Cuando empecé a rodearme de mis Mentores – humanos que están al menos 10 años por delante de mí en términos de habilidades psicológicas, emocionales y/o físicas – mi mente dio un salto cuántico.
Hay que vivirlo para entender ese poder multiplicador.
Cuando empiezas a contagiarte de mentes con verdadera Maestría en el arte de vivir, no hay vuelta atrás. Sobre todo si eres un buscador amante del cambio.
Empiezas a experimentar un contraste… desafiante.
Por un lado, tienes la mayoría de tus relaciones. Las automáticas. Las de siempre.
Son relaciones más superficiales, donde se indaga poco, enfocadas en lo de fuera, lo instantáneo, lo fácil.
Pero por otro lado, tienes este tipo otro de relaciones. Las conscientes. Novedosas.
Y entonces, te encuentras con la Gran Fricción:
Cuanto más tiempo dedicas a las relaciones automáticas, menos espacio tienes para las conscientes.
¿Se puede tener todo en la vida?
Aún no se lo he visto conseguir a nadie.
Llega un momento donde te encuentras con 3 puertas en frente de ti.
La primera es la más fácil y atractiva. Si la abres, caerás por un tobogán de inercias automáticas. Donde predominan los placeres inmediatos… los dramas inconscientes… la vida por fuera.
La segunda te lleva por un mundo de pretender tenerlo todo. Relaciones automáticas Y conscientes. Atendiendo a todo dios. Pero esa puerta termina en crisis internas donde todos acaban decepcionados, porque de tanto querer abarcar, al final no te queda buena energía para nadie.
La tercera es la puerta que yo elegí.
La puerta de la Purificación Relacional Obstinada (PRO).
Me senté con papel y boli e hice un análisis honesto de relaciones.
Me pregunté:
¿Cuál es el 5% de personas que potencian mi evolución exitosa?
¿Cuál es el 95% de personas que potencian mi automatismo superficial fracasado?
Después de AÑOS de trabajo interno y externo…
… finalmente me quedé con 2 AMIGOS de los 30 «amigos» que tenía.
Construí unas fronteras enormes y bien firmes alrededor de mi conciencia.
Ya no hacía ciertos planes.
Ya no contestaba ciertos mensajes.
Dije Adiós a unos y otras… de forma directa o indirecta… de forma sabia y de forma inmadura (no soy ningún genio de las relaciones)
Lo más importante es que me volví ultra selectivo.
No desde la arrogancia.
Sino desde el amor por mi Misión.
Y con todo esto llegaron los inevitables clásicos…
… «eres un egoísta»… «eres un raro»… etc.
Pero ignoré todo el ruido. Para poder escuchar las SEÑALES.
Elegí a los mejores mentores en las áreas de salud, mente, dinero, etc.
Y aunque viví una época más solitaria de lo normal (con cierto encanto gozoso)…
… nació algo radicalmente diferente en mi vida.
Sin esfuerzo, empezaron a llegar a mi vida nuevas personas alineadas con mi Misión.
Gente con piel en el juego del desarrollo personal.
Humanos con el pecho abierto de par en par, deseando con todas sus fuerzas crecer, cambiar, mejorar.
Muchas veces intentamos atraer con todas nuestras fuerzas a este tipo de personas exitosas. Pero nos encontramos con que no llegan, y sólo siguen llegando las otras.
Porque la fórmula no funciona sin el ingrediente esencial:
Espacio.
Cuando la mente está totalmente ocupada por dramas constantes de las relaciones automáticas, esas interferencias se proyectan hacia fuera. Y eso, mi gran saltamontes, repele al éxito.
La Purificación Relacional Obstinada te vuelve un PRO a la hora de construir espacios *sagrados* que por fin dan cabida a los humanos que potencian tu evolución exitosa.
Sin espacio sagrado, no hay atracción exitosa.
Si quieres aprender las herramientas cuerpo<>mente para construir y proteger tu propio espacio sagrado, te podría ayudar.
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Hagas lo que hagas, cree en tu visión.
No dejes que escupan en ella con manipulaciones, intentando hacerte creer que perseguir tus sueños y proteger tu mente es ser «egoísta» o un «bicho raro».
Si tú no crees en ti, nadie lo hará.
Íñigo Lacasa