Un descubrimiento liberador:
Darnos cuenta de que nada permanece en nuestra experiencia.
Ninguna sensación.
Ningún pensamiento.
A veces nos creemos que estamos «congelados» porque «somos» de una y otra manera. Pero cuando uno aprende a meditar, descubre algo diferente.
Existe una técnica de meditación, popularizada por Shinzen Young, que consiste en darse cuenta de cuándo desparece la imagen, sonido y/o sensación que estemos experimentando en ese momento.
Pruébalo ahora:
- Cierra los ojos y nota tu respiración.
- Cada vez que termines una inhalación, dite por dentro «fin».
- Luego, cada vez que termines una exhalación, dite por dentro «fin».
Puedes hacer lo mismo con cualquier pensamiento (imagen o palabra imaginadas).
En tu vida cotidiana, empieza a contemplar los cambios que vas experimentando, en términos de cosas que ves, escuchas y notas.
Deja de congelar la realidad.
Eso genera tensión inconsciente.
Re-toma conciencia de la impermanencia, y déjate llevar por el río de la conciencia, reconociendo que eres lo que contempla, no lo contemplado.
Abrazo,
Íñigo