Ya sabemos que suele haber peleas, casi sangrientas, entre escuelas de desarrollo personal.
Hay una en concreto que me tuvo acorralado en parloteos mentales durante años:
¿Aplico técnicas para despertar y desarrollarme…
… o simplemente permito que vayan surgiendo comprensiones de forma innata?
En los 5 Niveles de la Transformación – mi marco de referencia para navegar con más productividad por el mundo del cambio – introduzco la solución a este aparente conflicto (aunque si quieres profundizar, lee hasta el final de este email).
En algunas tradiciones espirituales encontramos el enfoque del “No-Hacer”.
La idea es dejar de intentar llegar a algún “sitio” como “la iluminación” o “la felicidad”. Sino alinearnos con el Eterno Presente Ahora, permitiendo que sea lo que ya ES.
Esa “acción” resulta liberadora (a veces).
Ahora… ¿dónde quedan esas técnicas, experimentos y ejercicios tan poderosos para transformar estados de conciencia?
Porque una cosa es despertar del Ego, a través de simplemente reconocer la Naturaleza del Pensamiento.
Pero otra cosa es desarrollar el Ego, entrenando y cambiando su “forma”.
¿Entonces?
¿Hago o No Hago?
Mi conclusión, después de años de búsqueda inmersa, es algo que aprendí de Alfred Korzybski:
No se trata de un camino U otro.
Se trata de vivir desde la Lógica Y/O.
Hacer y/o No Hacer.
No negar.
Sino integrar ambas vías.
Lo que hacemos entonces es trascender niveles inferiores…
… Y – también – incluirlos en nuestro sistema personal de evolución integral.
Al principio puede resultar confuso este tema, pero si te fascina como a mí, te recomiendo adentrarte en esta madriguera de conejo leyendo el Fundamento XIII de Más Meta.
Íñigo