¿Mi mayor obstáculo cuando tenía ansiedad?
El miedo.
¿Lo que necesité para trascenderlo?
Herramientas.
Pero no cualquier tipo de herramientas.
No los típicos trucos de psicología para “cambiar pensamientos de negativo a positivo” ni “respiraciones profundas” ni “suplementos naturales” que nunca me funcionaron.
Tampoco herramientas para “arreglar” nada.
Porque, como suelo insistir:
La ansiedad no es como un “hueso roto”.
Puede que se sienta “doloroso” pero físicamente no hay nada que “arreglar”. Incluso, mentalmente, la persona tampoco tiene que “arreglar” nada. Esto es algo falso muy extendido en el mundo de la psiquiatría y psicología Jurásicas.
Las herramientas que pretenden “arreglar” una supuesta “rotura”, lo que hacen es reforzar el malentendido de ansiedad (¿por qué crees que las técnicas tradicionales suelen incrementar tanto la angustia?).
En realidad se necesitan herramientas que te guían para que descubras algo nuevo.
Una nueva comprensión profunda sobre tu sistema cuerpo-mente.
Algo que te ayuda a reconocer, en tus tripas y corazón, algo nuevo sobre ti.
Y cuando lo empiezas a ver…
… tu confianza empieza a despertar, de forma natural.
Para mí esta es la esencia de confiar. Usar herramientas que te ayudan a ver algo nuevo sobre tu sistema cuerpo-mente. Así tu confianza (algo innato en ti) surge de forma natural.
Sin esfuerzos titánicos.
Sin estar “aplicando” trucos y técnicas.
Sin años contando tus problemas en terapia.
Si quieres que te guiemos, paso a paso, échale un vistazo a nuestras herramientas aquí.
Un abrazo,
Íñigo