Años estudiando libros de psicología, meditación y auto-ayuda…
… y todavía no conseguía hacer ese ansiado CLIC liberador.
Ya sabes, sentir las piezas del puzzle cuerpo<>mente por fin encajando.
Pero no a nivel intelectual.
A nivel visceral. Notable. Profundo.
Estaba harto de tanto análisis, tanta técnica, tanta búsqueda.
Te podía citar decenas de libros, autores, profesores, métodos.
Pero me sentía igual.
Cagado por tonterías.
Sabía mucho en la cabeza.
Pero sabía nada en las tripas y corazón.
Era lo que llamo un “analista sabelo-todo” (una de las identidades del Absolutista Ansioso, que se cree muy sabiondo, pero sigue asustado ante situaciones normales).
Yo sabía que había potencial en mi (y lo mismo pienso de ti). Confíaba totalmente en que podía destapar esa seguridad interna. Pero no conseguía bajarla de la cabeza al cuerpo.
Hasta que desubrí lo que estaba bloqueando mis aprendizajes.
El problema eran mis oídos, que estaban cerrados como una botella de buen vino.
Un vino (excelente) que no conseguía abrir para poder disfrutarlo, por mucho que lo intentaba una y otra vez.
El problema de base era que no sabía escuchar las enseñanzas.
Oía algo y rápidamente lo analizaba, comparaba y juzgaba.
Mi mente estaba plagada de ruido, gritos, insultos, juicios.
Hasta que una serie de Maestros me invitaron a tomar otro camino verdadera-mente transformador.
“Escucha esta enseñanza como si escucharas música”
“No intentes encajarlo, escucha profundo sin nada en la cabeza”
“Sumérgete en la experiencia de lo que te voy a enseñar”.
Al ir implementando esta nueva escucha abierta, humilde y activa, esas sensaciones frescas de confianza radical empezaron a surgir. Y lo mejor de todo es que fueron apareciendo sin tener que aplicar múltiples hipnosis guiadas, meditaciones o técnicas de 10 pasos.
Entonces entendí que la persona que siente la falta de un CLIC fundamental, está cayendo en dos despistes paralizadores:
1. Los métodos que estudia simplemente no funcionan, porque están basados en modelos obsoletos o se los están explicando mal.
2. No sabe escuchar, porque se cree que ya sabe todo, y está en su cabeza analizando, comparando y teniendo ocho conversaciones al mismo tiempo. Sin poder escuchar la enseñanza poderosa que tiene en frente. Y por lo tanto, sin poder desvelar los aprendizajes que tiene dentro.
Si eres un analista sabelo-todo, no te puedo ayudar.
Pero si tienes mentalidad de principiante, actitud humilde y ganas de aprender a escuchar profundo, puede que tu CLIC esté en la posdata de este email.
Cuando das con enseñanzas reales y aprendes a escucharlas a fondo, definitivamente algo cambia.
Algo que destapa y permite salir esa confianza deliciosa y embriagadora que YA llevas dentro.
Escucha y confía.
Los CLICs llegan.
Íñigo
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