Un cliente nos dijo algo así:
«Lo vuestro parece muy de fantasía… poco médico»
Exacto.
Muy, muy poco «médico» (aunque bien basado en ciencia, ojo)
Fantasía, no lo dudes.
Porque a través de -precisa-mente- tus propias *fantasías temerosas* construídas gracias a tu fantástica imaginación… podemos utilizar ese poder que tienes para construir una nueva historia de vida. Más clara, más calmada, más confiada.
(puede que quieras re-leer ese párrafo)
Fantasías temerosas, como por ejemplo:
Que el miedo es una enfermedad.
Que tu seguridad personal está en una paz-tilla.
Nada de eso.
Contempla:
Cuanto más profundo te transformas en tu mejor versión, más reconoces dos verdades.
Primera:
El miedo es una llamada a la aventura.
La vida te está pidiendo a GRITOS (a través de esos pensamientos<>sensaciones que tranto odias) que salgas de una vez de tu pequeña comarca de familiaridad.
Una familiaridad que sólo te está haciendo más temeroso, vulnerable y débil.
Segunda verdad:
La seguridad es un recurso innato que ya tienes dentro.
No está en una paz-tilla, en un gurú o en una «técnica milagrosa».
Está en tu sistema nervioso.
En tu mente.
La vida YA te lo ha demostrado más de una vez (¿recuerdas cuando te atreviste a hacer esas cosas que te ATERRABAN?… ok)
Entonces:
Esas excusas que pones cuando dices en tu mente «yaaa… Íñigo, peeero»…
… esas excusas son intentos facilones de quedarte en tu comarca de familiaridad.
Venga, admítelo. Yo no te juzgo. Estuve ahí (años).
Ese cague es nuestra humanidad compartida. No te fustigues, porfa.
Ahora…
¿Qué pasará si te quedas ahí?
Sabes… yo me negué a descubrirlo.
Mis Navegantes también.
Llámanos raros, frikis o fantasiosos… pero nosotros respondimos a la LLAMADA (por mucho cague que nos diera)
Y… ¿te cuento lo que nos IMPULSÓ a hacerlo?
Visionarnos a nosotros mismos experimentando lo que pasaría si no hacíamos nada nuevo.
Por eso, gracias a despegar nuestros gluteos del sofá…
… hemos descubierto lo que sucede cuando sales de la familiaridad pseudo-cómoda de vivir creyéndote ficciones temerosas.
Algo liberador.
Que no se puede explicar con palabras.
Sólo se puede vivir.
Sólo se puede vivir, si te hartas sinceramente del sufrimiento comarcal.
Y HACES algo nuevo, diferente, nada cómodo.
Algo como suscribirte aquí debajo, a mi newsletter.
Sólo te pido una cosa:
Hagas lo que hagas…
… quedándote en la comarca familiar….
… o saliendo a por la aventura que la vida te está regalando…
… sé consecuente.
Mira en tu mente los 2 caminos que tienes en frente de ti.
A tu izquierda está el de quedarte igual, alimentando miedos.
A tu derecha está el de cambiar, sacando tu esencia confiada.
Visualiza lo que te traería cada uno.
Si no cambias… ¿cómo te verás en un año… en 5 años… en 20 años?
Si cambias… ¿cómo te verás en un año… en 5 años… en 20 años?
Y ahora pregúntate, sinceramente:
¿Cuál vas a eligir pavimentar hoy con tus acciones?
Yo elijo el camino del cambio.
Íñigo Lacasa