Llevo un par de semanas “bajas”.

Me pasa a menudo.

Unas temporadas madrugando (7-8 en pie), más centrado, calmado, creativo, produciendo mucho contenido valioso.

Otras temporadas donde no me apetece empezar el día (9:30-10 en pie) más disperso, nervioso, consumiendo más que produciendo.

Cualquiera pensaría que incluso estoy en proceso de “deprimir”.

¡Pero qué va!

Fijate:

La industria de la auto-ayuda nos ha vendido que debemos estar siempre ¡felices, agradecidos, alcanzando, soñando, produciendo!

Y luego uno se avergüenza por no cumplir.

Fustigándose una vez más.

Me aburre tanto la moda de intentar convertirse en “súper humanos”.

Como ya habrás notado, a mi me fascina la “sombra”. Con el tiempo he aprendido que nuestra parte irracional contiene claves saludables si sabemos integrar las “bajadas energéticas”.

En el fondo estoy tranquilo porque durante esta bajada en realidad he estado reposando, digiriendo, enraizando, descansando… y tengo la convicción de que tarde o temprano, surgirá en mi mente un pensamiento fresco, seguido de otro, seguido de otro… que me impulsarán a vivir otra etapa de mayor creatividad y coraje. Una etapa novedosa que emerge de forma innata gracias al reposo relajado y a la compasión ausente de juicio.

Te confieso que a una parte de mi le gustaría estar siempre productivo, en paz y súper mega happy.

Pero un día me pregunté, de corazón…

¿Y si estas supuestas bajadas, despistes y letargos… son útiles para mi productividad, creatividad y paz?

La fuerza del oso también está en los procesos de hibernación.

Hoy estaba olgazaneando por mi casa, sintiendo pereza al pensar en escribirte un email. Pero he ignorado ese pensamiento. No me he juzgado. Me he dejado llevar por la esencia de “confiar”. Y entonces… mientras “perdía” el tiempo tirado en el sofá (en lugar de estar intentando «arreglarme» a mi mismo a través de más pensar y pensar)… ha podido surgir un pensamiento nuevo que me ha movido a levantarme, sentarme y escribirte esta reflexión.

No se trata de erradicar ciertos procesos (temer, holgazanear, entristecer etc)

Cuando los juzgamos como “malos”, caemos en la trampa de creer que necesitamos pensar más y más sobre el tema, creando así interferencias ruidosas, sin poder escuchar nuestra sabiduría interna.

Pero cuando cuestionamos ese paradigma, y nos abrimos a otra manera de experimentar, descubrimos que podemos extraer valor de esas experiencias.

Cuando tengas unas horas o días “bajos”, envía al mundo esta pregunta:

¿Qué valor puedo obtener de este proceso?

Tenlo claro, los creadores más prolíficos y felices, también tienen momentos así.

– Íñigo

EXPLORA NUEVOS TÚNELES DE REALIDAD

Ahora puedes entrar gratis en la lista privada de Íñigo Lacasa, donde te enviará cada día un consejo breve y entretenido con el objetivo de ayudarte a…

  • Multiplicar tus resultados en tu desarrollo personal, evitando sobrecarga de información, parálisis por análisis y demás trampas limitantes.
  • Integrar nuevas habilidades cuerpo<>mente<>emoción de formas más rápidas, profundas y estables.
  • Alterar tus pensamientos<>sensaciones de manera efectiva para crecer, expandir y proteger tu éxito integral. 
Escribe aquí debajo tu correo principal y luego pulsa el botón azul que dice “suscribirme”.
    Tu privacidad está 100% a salvo.  Jamás compartiré tus datos con absolutamente nadie. Puedes darte de baja rápidamente pulsando un simple botón dentro de cada email, inmediatamente y para siempre, sin complicaciones.