Gozo.
Se habla tanto hoy en día de miedo, tristeza, frustración. En bucle. Y cuanto más se habla de ese sufrimiento, más le pide a uno la mente hablar de ello, de ello, de ello.
Es como un eco.
Vayamos en otra dirección.
Aunque al inicio cueste.
Aunque no sea de primeras profundo, expansivo, perenne.
Llevemos en otra dirección a tu mente.
Es hora de parar el patrón dramático.
Pavimentando otra vía.
Piensa:
¿Qué gozadas me hacen latir profundo?
.
Búscalas.
.
Las encontrarás.
.
Y a medida que vayas encontrando esas gozadas…
… ese miedo, tristeza y frustración que sientes…
… irá perdiendo protagonismo.
Tu gozo irá saliendo del pozo.
Pruébalo.
Pero no en plan cínico pasivo mártir reactivo. ¡No!
Ábrete.
Atrévete.
Al principio puede resultar raro, dado que la mente está acostumbrada a ciertos bucles.
Ignora esa rareza.
Ábrete.
Atrévete.
Busca la gozada.
Y si vas en serio en esto del gozo, aquí debajo, en mi newsletter, puedes entrenar tu mente más a fondo.
Íñigo Lacasa